--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

miércoles, 25 de julio de 2012

Todo ser humano desarrolla sus hechos conforme o dependiendo de su coherencia ética; asimismo, todo poderoso ejecuta su poder -que determina hechos- desde su coherencia ética. Por ello, es la coherencia ética en donde están las primeras causas para que sean unos hechos los que se vean en la sociedad y otros no; es decir, la menor vanidad -o falsedad- y la mayor eficacia de esa coherencia es la base que garantizará el menor riesgo de injusticias sociales y de derroches de unos recursos vitales.
Pues bien, estando esa coherencia formada de valores éticos (justicia, generosidad, paz, libertad, etc.), un valor ético por sí mismo, y aun sobrevalorado, no es eficaz como valor ético -o, realmente, en el contexto de lo ético en general, no es... un valor-.
Por ejemplo: Si la persona X, por generosidad, da mil millones de euros a unos que ya "son ricos", esa generosidad es una generosidad injusta; si se los da a unos corruptos o a los mismos que a ella le roban, es una generosidad estúpida; si se los da a los que van a construir viviendas junto al cauce natural de un río, es una generosidad "perdida", inútil.
Eso es precisamente lo que pasa; que, por conveniencia, por ceguedad, por alinearse demasiado a grupos, a tradiciones, a gustos, a líneas aisladas, a "bandadas" provocadas por un/a político/a "de ocurrencias", tal coherencia es IMPOSIBLE. Pero, ¡ah!, por orgullos, por soberbias, por interesados positivismos siempre ahí RESALTAN un valor, con el "hemos hecho al menos eso"; eso, sí, pero de lo inútil, de una eficacia gravemente malatendida por incapacidad o insensatez ética.
Por ello, no se puede tener solo valores éticos sino, además, unos principios éticos y una SENSATEZ en su aplicación.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

De cómo tú te has beneficiado eludiendo ética:

- Con elogio injusto aprobando todo lo que es indigno o irresponsable -todos "hacen la pelota" y de eso sacas rentabilidad casi diariamente-.
- Con la sobreprotección -si dignificas más a unos que a otros, además de que es injusto, a unos los dejas en un estado de superiorioridad social en dignidad y a otros en ninguna-. Se sobreprotege a través de alineaciones y de complicidades, también de engrandecer a mediáticos.
- Con la indiferencia, dando de lado a la práctica de los valores éticos -con el callar consigues no tener muchos problemas o sufrimientos, con el consentir mucho abrigo social y, con la no denuncia o reprobación ética, que los crueles no vayan hacia ti en tu cobardía rentable-.

José Repiso Moyano dijo...

Muchos son, en miles de hechos a través de sus vidas, los que venden un valor ético u otro para una rentabilidad de sus egos.

Cualquier día lo empiezan consumiendo para una multinacional, sobreprotegiendo a un famoso mediático, en irresponsabilidad contaminando de una manera totalmente evitable, etc. Y, como si nada así, en esa frialdad, todos los días.

Pero nunca se les ocurre AYUDAR algo al que tanto da la cara, tanto se esfuerza racionalmente y tanto arriesga por denunciar o no consentir tanta crueldad; pues, una injusticia, solo es -para afrontarla o evitarla- cuando uno la señala y la demuestra o la evidencia como injusticia.

Ese es el único mérito que existe -en el contexto humano o ético-; si nadie hace ver a unos bárbaros que lo que hacen está mal -o es una injusticia- jamás se vence a esa injusticia en la aprobación de todos.

El mundo únicamente ha evolucionado y ha sobrevivido gracias a esos que han hecho ver -con demostraciónes, aclarando, especificando, desconfundiendo, renunciando a lo fácil, etc.-. lo que es injusto.