--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

jueves, 19 de septiembre de 2013

En todo lo social, se bien califica o se mal califica -basta de ceguedad y de hipocresía-; puesto que, en los hechos sociales, no existe ni puede existir sustantivación aséptica o neutra -de la incivilidad o de la falta de ética-, sino existen siempre descalificables actores, acciones y consecuencias.
El mal no puede esperar una buena calificación, sino -en honor a la verdad y por no mentir- una obligada descalificación, en coherencia.

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Cualquier sabio (por su condición y esfuerzos) de toda la historia HA ESTADO LO SUFICIENTEMENTE INSTRUIDO O FORMADO de la manera más adecuada a su voluntad y a lo que demostró. Así es, no existe sabio sin formación pues, si ya sabe y demuestra, es que irrefutablemente ESTÁ FORMADO (eso un tonto lo sabe), y de sobra. Y, además, ése no sólo se forma académicamente, al modo obsesivo -e intolerante- que lo hacen los plagiadores, seguidores "a mente cerrada" o "borreguistas", sino en toda libertad, en todos los sentidos y en todas las pruebas y tolerancias; claro, considerando que cualquier convocatoria ya es un mismo examen que aprueba unas capacidades o conocimientos (el ser seleccionado para colaborar en una revista, un certamen literario o de ensayo o de investigación como ejemplos).

19 de marzo de 2010

José Repiso Moyano dijo...

CON MUCHOS CAMINOS DE LOS QUE UTILIZAS SE LLEGA A LA INJUSTICIA, pero si verdaderamente LOS CONOCIERAS -con la razón- los rechazarías. ---- La cantidad de dignidad que tiene una persona no va en función de quienes le siguen, de quienes le ayudan, de la gran cantidad de recursos y de privilegios que ha tenido para lograr algo, sino en que sin tener nada, aun teniéndolo todo en contra, arriesgando tanto su vida y aguantando tantas perdiciones, se ha enfrentado a una injusticia o ha defendido una razón.

José Repiso Moyano dijo...

Gandhi, Luther King, etc. antes que nada eran unos sobreayudados que supieron elegir cómo RECIBIR de una manera segura apoyos.
Pues, ¿a qué indio no le convenía apoyar a Gandhi? y ¿a qué persona de raza negra no le convenía apoyar a Luther King?
No digo que no tuvieran que esforzarse bastante, lo que digo es que el apoyo y el éxito los tenían de una manera segura.

Sin embargo, hay personas que luchan sin buscar exclusivamente tales conveniencias, que luchan por todos los valores éticos; y ¡NUNCA! son ayudadas y nunca tienen un segundo de sus vidas fácil, pero una desprotección y un maltrato bien seguros.

10 de enero de 2012

José Repiso Moyano dijo...

MANIPULACIÓN Y DESVIRTUACIÓN DE LOS VALORES ÉTICOS

La afección por un grupo -en dependencia emocional- es algo que condiciona la concepción que tiene cada cual de los valores éticos. En eso, se puede justificar todo, cierto, en un acomodo fácil de autoconvencimiento cualquier hecho es justificable con una u otra maleabilidad de beneficio propio -eludiéndose la responsabilidad-.

Porque, para cada uno, "los suyos" son los buenos o "los que están con él"; en un grupo de explotadores, en sus opiniones y en sus acciones, "los suyos" y no otros son los buenos con todo tipo de aprecio y de protección, "los suyos" en una modelación del bien y del mal hacia eso, hacia ese montaje de conveniencia.

En un grupo de Facebook, ocurre igual; en un grupo de patriotas, igual; en un grupo de cínicos escritores, igual; en un grupo de radicales e intolerantes judíos, igual; en un grupo de acomodados católicos, igual; en un grupo de admiradores de un pijo cantante, igual.

"Los suyos" o "los que están con él" -sin criterios demostrados y en ceguedad- son los buenos; y, al momento, a eso ahíla todas la acciones, todas la opiniones y difusiones, todos los beneficios que de él se desprenden.
Y, por supuesto, el mundo quiere cambiarlo, sí, pero CON ESO ya determinado, que "los suyos" son los buenos, porque le viene bien, por tener apoyos "comprados con eso", por ahorrarse cualquier lucha de esfuerzo o de sacrificio personal, por ya crear una gran dictadura del proletariado benevolente de "los suyos", de solo "los suyos" a implacable impunidad.