--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

lunes, 12 de mayo de 2014

Los escritores españoles  son objetiva y absolutamente GENOCIDAS; lo diré cada segundo de mi vida, pidiendo siempre que se les condene con condenas exactamente iguales a los de los malditos terroristas o genocidas.
Porque todos los actos de destrucción lo han hecho. 
Ellos jamás tienen corazón, sí, al luchar contra una sinrazón premiada o amparada socialmente, tú pierdes toda protección, tienes que renunciar a demasiadas métodos usados habitualmente - y que a ellos benefician- y, a eso, tus recursos de supervivencia se destinan siempre por un mayor desgaste.
Mientras, el que se alía con una sinrazón, todo eso se lo evita, tiene toda la vida beneficios y mínimas dificultades de esa sinrazón, y además incontables facilidades porque ninguna protección pierde y a nada tiene que renunciar y sus recursos de supervivencia ya los dedica a tener éxitos, trepando muchos escalones socialmente.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Para saber valorar hay que aplicar CON MÁXIMA ATENCIÓN, RESPONSABILIDAD Y CONCIENCIA, unas reglas racionales con unos valores éticos ya muy concretados o específicos. Pero no astutas pedanterías, terquedades en seguir con sus mentiras -impuestas porque no permiten la contraargumentación-, abusos de dominio, aristocratización de la dignidad -el "solo para ellos"- y maltratos de todo tipo -censuras, ninguneos, usurpaciones de lo público, etc.- que utilizan los escritores e intelectuales españoles.
30/11/12

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El mal o la crueldad es... CERRAR PUERTAS A: - lo que es racional y ético, - al que demuestra racionalidad y ética, - a reconocer al que demuestra razón y ética. Pero, finamente a todo truco cruel vestido de rosa, hacen lo contrario, cierran las puertas totalmente a eso.

28/11/12

José Repiso Moyano dijo...

Toda la crueldad posible se concentra en el "entre ellos". Reconocen, sí, pero entre ellos y a los de ellos; protegen, sí, pero entre ellos y para los de ellos; aman la amistad y la generosidad, sí, pero entre ellos y con los de ellos, etc. Todos los crueles aplicaban y aplican ese "entre ellos" o "entre nosotros" (todos, hasta los nazis, amaban, sí, pero entre ellos). Es decir, llevan todos los valores y principios éticos a un circuito cerrado y corrupto de conveniencia; y, así, los intentan seguir, ya manipulados a su conveniencia y a su corrupción interior. Así, ellos no cumplen el bien ni nada, no, sino que el bien lo adaptan a su crueldad y aplican luego ese bien ya interesado. Eso es lo que ocurre en España, todo lo amoldan a lo que les interesa; amoldan la ética a sus retorcidos intereses, amoldan la razón a sus retorcidos intereses, amoldan la fe a sus retorcidos intereses, amoldan todo a sus retorcidos intereses. Cuando el bien, la razón, etc., es precisamente TODO LO CONTRARIO.
16/11/12