--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

viernes, 6 de marzo de 2015

Fuera del contexto personal de la religión, el procedimiento o la reacción más destructora es el "yo creo". Ante la demostración de Galileo de que la Tierra se movía le impusieron el "yo creo que no". Si se demuestra un daño, una causa, el modo de evitar algo, un funcionamiento, o que estamos en mayor parte formados de agua; pues, fácilmente, se pone ése al otro lado (imponiéndose a la razón)  diciendo que "yo creo que no".
Tal proceder fácil -que impone- y destructor no necesita demostrar o aportar razón o mejora o bien, sino ESQUIVAR, NEGAR O BORRAR (con caprichos del ego a confusiones); y, entonces, si le hablas de niños que se mueren de hambre o de la realidad, él te dice a lo loco "Yo no creo en la realidad"; si le dices que ahí está el Sol y que las plantas reciben su luz, él te dice a lo pijero "Yo no creo que exista la objetividad"; y si le dices que tiene que estar seguro de su conducción para no atropellar a nadie. él te dice "Yo no creo en la responsabilidad", o que no está seguro de nada u otras perfectas miserias -con su cerebro taladrado a "yo creo"- como persona.

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Si no pueden con la razón (porque les sobra para justificar todo lo que están haciendo en antiética), pues la esquivan o la intentan destruir a confusiones sin descanso.

¡Qué comodidad y qué pillería y... qué asco!

José Repiso Moyano dijo...

Ni el bien o ni la verdad o nada de lo más esencial pueden estar basados o dominados por el consenso (sería la mayor estupidez y error).

El consenso puede ser una unión de sinrazones.

Sí, la JUSTICIA de los yihadistas se basa en el consenso que ellos han hecho de la justicia; ¡y ya veis la justicia que ha salido: con lapidación de mujeres y con persecución de homosexuales!

José Repiso Moyano dijo...

El consenso solo sirve para ORGANIZAR en participación democrática los servicios públicos o para elegir sus gobernantes.

Para vencer la gripe o para dejar de destruir el planeta, eso no puede estar al vaivén de algún consenso, sino la forma más correcta -que la dice la sensatez o la razón-.