--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

domingo, 5 de abril de 2015

Un intelectual español dijo: "Todos tienen una posicionabilidad, un punto de vista propio y no un punto de vista desde ninguna parte" Y una planta le respondió: "¡Anda!, vete y pégate veinte tiros ahora y dentro de un rato otros veinte por manipulador y, en antiética, por falsante total!" Sí, nada de lo esencial se hace por puntos de vista o tonterías (éstos jamás han existido, excepto en los desequilibrados que manipulan), ya que la fotosíntesis -por ej.- se hace en todas las posiciones y en ninguna, ¡se hace por mandato vital o por naturaleza!
Y un perro le respondió: "Ahórcate mejor, manipulador asqueroso, ya que yo voy a vivir por lo que dice la naturaleza, la coherencia o lo fundado en lo real, no por lo que dice un mendrugo como tú". En efecto, cada ser vivo vive por una finalidad de coherencia real o de coherencia natural (conocer el medio, adaptarse y ayudar al medio, realizar la vida consecuente a reglas probadas -razón-, etc.), no por tener putos de vista, posiciones -caprichos del ego- o códigos secretos o fantasmales de inútiles totales.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Todo procedimiento (mental o de acciones) supuestamente ético que tiene como finalidad el engaño, no, no es un procedimiento ético (con coherencia ética).



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Todo procedimiento (mental o de acciones) supuestamente racional que tiene como finalidad el engaño, no, no es un procedimiento racional (con coherencia racional).

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Todo procedimiento (mental o de acciones) supuestamente político que tiene como finalidad el engaño, no, no es un procedimiento verdaderamente político (con coherencia política).


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Todo procedimiento (mental o de acciones) supuestamente cívico que tiene como finalidad el engaño, no, no es un procedimiento cívico (con coherencia cívica).


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ETC.

José Repiso Moyano dijo...

Si yo hubiese nacido en 1640, para ser ético la primera obligatoridad ética que tendría sería ayudar en lo posible a Galileo cada segundo de su vida. Eso es obligatorio (requisito obligatorio para ser ético) para cualquiera.



Pues bien, a mí no se me ha ayudado en España ni la millonésima (ni la infinitésima siquiera) parte de un segundo.
Así es.