--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

lunes, 11 de mayo de 2015

La manipulación, la explotación, la desigualdad, la censura disimulada, etc. son innegable consecuencia del uso del ENGAÑO, sí, del meter, del imponer o del dejar instalado no realidad  por  realidad   (a través de poder y de sobreprotección)  por una rentabilidad de unos cuantos.

Pero el uso del engaño siempre necesita dos medios: el buenismo y un habitual creer ciego o fundamentalista (chovinista, aborregado, clientelista, etc.) que lo proteja como incuestionable para que el engaño sea infalible. Es lógico: uno que aparece o se prepara como malo jamás engañará a nadie (porque la gente lo ve venir y pierde así credibilidad, el engaño por él moriría o desaparecería); pero, en cambio, el que muy paciente se arregla, se lo monta o se prepara como bueno  ya absolutamente siempre garantiza su engañar  (la gente pica o no lo cuestiona, algo irresponsable y antiético aunque lo hacen).

No hay comentarios: