--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

miércoles, 23 de diciembre de 2015

En honor y en fidelidad decente a la verdad, el problema en España no es la política (puesto que con una política o con otra o con la contraria, con ¡cualquiera!, existiría lo mismo y la misma crueldad), sino la sola determinación a usar e imponer siempre un procedimiento de protección a la sinrazón, lo que conlleva objetivamente un exterminio del respeto ético (sí, respetos de pillo-conveniencia cruel "tienen miles") o de cualquier valor ético.
Lo peor es que utilizan todos los recursos (del mundo, míos, de Dios incluso) para tal asesinar la ética y... ¡cualquier decencia! y... a Dios.
Sin engaños, sólo existen los individuos.... que protegen o no protegen a la razón, sí o no; en definitiva, que protegen o no protegen al bien.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Proteger al error, impedir la razón, proteger al mal (o proteger a la sinrazón) ya conlleva todos los insultos posibles, ya conlleva objetivamente el insulto per se, el insulto solo destructor, tal insulto al cual no le es válida alguna justificación ética o es el que siempre es crueldad. Y, aunque se vista a mil formas o formalismos de conveniencias-falsedad, sigue siendo crueldad per se.

Y ya, quienes lo aplican -como muchos intelectuales españoles-, ¡no tienen alma!, porque han cedido los principios-valores de sus almas por los beneficios del proteger a la sinrazón.

Y... ¡no se enteran o solo les conviene el vender libros de mentiras-suciedad, de procedencia antiética!; sí, el mal no lo hacen ni lo pueden hacer los carpinteros, sino única y objetivamente ¡VOSOTROS!

8 de diciembre de 2015